Llegó Septiembre. El mes en que todos los chilenos se acuerdan que son chilenos. El mes en que todos escuchan cuecas, quieren aprender a bailarla y gastan plata en comprarse los mejores trajes de huasos y chinas, los que que cuando termina el mes quedarán guardados hasta el próximo año, en el mejor de los casos.
Si alguien llega a escuchar una cueca en alguna otra época del año, lo más probable sea que escuche por parte de la masa un :"¡yaaa, ni que estuviéramos en septiembre!". Hago la pregunta al lector: ¿Cuántos de nosotros o nuestros amigos han ido escuchando en la micro, el bus o la calle, una cueca? Los cuento. Tú, no. Tú, tampoco. Y si sigo así, el resultado será el mismo.
¿Pero cuál es el problema?
Recuerdo hace poco haber estado conversando sobre el tema con amigos, y haber planteado este tema. La respuesta que más me marcó fue algo como: "¡Pero si las cuecas son todas iguales!"
En ese momento entendí una de las razones fundamentales para la ausencia de cuecas en nuestra vida diaria: el desconocimiento. Esa vez mi respuesta fue una mirada que quizo decir: "Sin duda no sabes de lo que hablas", y cambié de tema.
Ahora, con más tiempo para la discusión, le digo a ese amigo y a todo el que lea que existe una variedad muy grande de tipos de cuecas, cada uno con instrumentos distintos, ritmos distintos y que sólo mantiene la estructura. Sólo por nombrar los más "conocidos", existe la:
En resumen, primera tarea del mes: conocer un poco más nuestro baile nacional. Por lo menos para poder decir con autoridad: "No me gusta cierto tipo de cueca" y no el tan típico "No me gusta la cueca". Mal que mal, el hombre que no es informado, no puede tener opinión.Si alguien llega a escuchar una cueca en alguna otra época del año, lo más probable sea que escuche por parte de la masa un :"¡yaaa, ni que estuviéramos en septiembre!". Hago la pregunta al lector: ¿Cuántos de nosotros o nuestros amigos han ido escuchando en la micro, el bus o la calle, una cueca? Los cuento. Tú, no. Tú, tampoco. Y si sigo así, el resultado será el mismo.
¿Pero cuál es el problema?
Recuerdo hace poco haber estado conversando sobre el tema con amigos, y haber planteado este tema. La respuesta que más me marcó fue algo como: "¡Pero si las cuecas son todas iguales!"
En ese momento entendí una de las razones fundamentales para la ausencia de cuecas en nuestra vida diaria: el desconocimiento. Esa vez mi respuesta fue una mirada que quizo decir: "Sin duda no sabes de lo que hablas", y cambié de tema.
Ahora, con más tiempo para la discusión, le digo a ese amigo y a todo el que lea que existe una variedad muy grande de tipos de cuecas, cada uno con instrumentos distintos, ritmos distintos y que sólo mantiene la estructura. Sólo por nombrar los más "conocidos", existe la:
- Cueca Nortina
- Cueca Criolla
- Cueca campesina
- Cueca Valseada
- Cueca Larga
- Cueca Cómica
- Cueca Robada
- Cueca Porteña
- Cueca Chilota
PD: Pronto la 2da parte del capítulo 1: ¿Da vergüenza escuchar cuecas?.
3 comentarios:
Te falto el Mari-cueca...
mem bri llo
xD
A mi me encantan las cuecas!, siempre escucho Tito Fernandez, en el trabajo ponemos a René Inostroza xD... me gustan las cuecas del Alvaro Henriquez en su album de solista... pero las cuecas ke más me gustan son las de Los Picantes.. ajajaa... y en mi trabajo las escuchamos todo el año, añorando el 18 de septiembre xD
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